El ministro de Defensa, Luis Petri, ordenó suspender por tres meses la subasta pública del «Aviso Alférez Sobral», de esta manera, organismos públicos e instituciones privadas tienen tiempo hasta el 16 de diciembre de presentar la solicitud para recibirlo en donación y convertirlo en buque museo mediante un proyecto viable.
El Alférez Sobral junto con otros tres barcos que también participaron en la gesta de Malvinas y se encuentran encallados en Mar del Plata, iba a ser rematado como chatarra el viernes 13 de septiembre por la Agencia de Administración de Bienes del Estado, con un precio base de $14,2 millones. La noticia del remate movilizó a entidades de veteranos y a organizaciones vinculadas con la comunidad naval, que pedían que el navío fuera preservado como museo.
Los otros tres buques de la Armada que continuarán a remate son las corbetas ARA Guerrico, que transportó a infantes de Marina y fue destinada a las islas Georgias, y ARA Drummond, que es gemela de la anterior y acompañó la flota anfibia en el desembarco del 2 de abril. Cada una se ofrece con una base de $31,8 millones. El tercero es el hidrográfico ARA Comodoro Rivadavia, con un valor inicial de $12,4 millones.
El puente de comando del Aviso Alférez Sobral se encuentra en el Museo Naval de Tigre
Historia del buque ARA «Alférez Sobral»
Construido en 1944 en el astillero Levinsgtone Shipbuilding, Estados Unidos, esta nave de 43,6 metros de eslora y 10,3 de manga, había participado en tareas auxiliares en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial bajo el nombre de USS Salish. En febrero de 1972 fue comprado por la Armada Argentina, que le cambió el nombre por Alférez José María Sobral, un destacado geólogo y primer militar argentino que invernó en la Antártida, entre 1901 y 1903,
El 27 de marzo de 1982 se decidió que el buque partiera hacia el Atlántico Sur y se posicionara en un punto entre el continente y las islas para eventuales misiones de búsqueda y rescate, tarea que se le asignó el 1 de mayo cuando un misil Sidewinder impactó en la turbina derecha del bombardero argentino Canberra MK-62 y los pilotos, Eduardo de Ibáñez y Mario González, fueron eyectados a menos de 200 kilómetros al norte del Estrecho de San Carlos, espacio que divide ambas islas del archipiélago, donde se encontraba la flota británica.
La noche del 2 de mayo, dos misiles de un helicóptero inglés impactaron contra el Alférez Sobral. Como consecuencia, ocho marinos murieron en combate, incluido su capitán y la nave sufrió destrozos en el puente y en sus sistemas de navegación. De todas formas seguía funcionando a pesar de los daños, sólo contaban con un vigía en cubierta y una brújula terrestre, por lo que el barco marchó tres días sin mástil hasta que la tripulación divisó las costas de Río Deseado, Santa Cruz,
Los caídos en el ataque fueron el comandante del buque, Sergio Gómez Roca, el guardiamarina Claudio Olivieri, el cabo principal, Mario Alancay, los cabos segundo Sergio Medina, Elvio Tonina y Ernesto Del Monte, el marinero Héctor Dufrechou y el conscripto Roberto D’Errico. No hubo más víctimas gracias al comandante Gómez Roca que, luego del primer ataque, había ordenado que permaneciera en el puente de mando sólo la dotación indispensable y el resto quedó bajo cubierta.
La noticia del ataque al buque, confirmando que fueron 8 los tripulantes fallecidos, entre ellos su comandante